Comunidades en la Web 2.0

Controlar en Internet la libertad de expresión de organizaciones —para muchos consideradas como nocivas—, como las neonazis, o de supremacía blanca, o promotoras de actividades terroristas, o de pornografía infantil para evitar su expansión, sería importante en la lucha por un mundo mejor. Desafortunadamente, no siempre los controles son los deseados. En países como China se reprimen las manifestaciones de libertad con controles a los blogeros. O en el caso en que gobiernos filtran los contenidos que ingresan por Internet a sus países.

Encontrar una fórmula equilibrada dista mucho de ser realidad, aunque el mundo de la red está en constante evolución. La existencia de blogs y wikis, así como espacios como FaceBook, YouTube y MySpace, traen vientos de libertad, han propiciado la conformación de comunidades participativas en defensa de interés comunes, fomentado la colaboración en la generación de conocimiento y revolucionado desde su tribuna virtual, la realidad. FaceBook excluyó de sus comunidades a las neonazis y en Alemania los ciudadanos derrotaron a un diputado que dado su poder había ordenado que se eliminara Wikipedia de la red que entraba a su país, pues ésta contenía información que lo señalaba como represor y corrupto. El gobierno fue inundado de mensajes de todo tipo contra la medida, obligándolo a restituir el sitio.

El ejemplo más notable de los logros de la Web 2.0 y sus comunidades en estos tiempos, es el triunfo de Barack Obama que pese a todo pronóstico, logró convertirse en el presidente 44 de los Estados Unidos de Norteamérica, devolviéndole la esperanza a la humanidad de que sí se puede alcanzar un estadio superior. Parte de su éxito lo debe a su convicción de crear un cambio con la participación de la gente. Ya no son las masas sino las comunidades.

El modelo de Obama se consolida con la promesa de que actuará de igual manera al llegar a la presidencia. La sociedad participará activamente en la toma de decisiones en su gobierno y para ello Internet dispondrá de las herramientas que se lo permitan.

A lo que pensaban tradicionalmente los políticos, Internet no solo informa, fomenta y organiza la participación ciudadana, creando así comunidades virtuales de ciudadanos que actúan sobre la realidad, cambiándola.